La otra mirada, la nueva apuesta de ficción de TVE, es una serie necesaria en nuestra sociedad. Gracias a proyectos como este las mujeres adquieren mayor peso y protagonismo en la ficción española. Y eso indudablemente siempre es una buena noticia. La Academia de señoritas de la Sevilla de los años 20 nos abre las puertas de la mano de un grupo de alumnas y profesoras que dejarán grandes lecciones a los espectadores en el que hay sitio para niños, jóvenes y adultos. Cultura en Serie ha viajado al pasado y se ha adentrado en esta escuela que pretende ser el reflejo de la sociedad de aquellos años con una referencia muy marcada en el mundo actual.
Una serie de época con un gran componente femenino
Macarena García, Cecilia Freire, Patricia López Arnaiz y Ana Wagener son las actrices que darán voz a través de su verdad y talento en la interpretación a un poderoso grupo de profesoras que tienen mucho que contar en un mundo carente de libertad e igualdad. Son la mirada sincera de esas mujeres que querían cambiar la sociedad pero no podían o más bien no las dejaban. Mujeres valientes, fuertes y poderosas que se unirán en busca de su propia voz. Pero no están solas. Les acompañan en este viaje apasionante nuevas caras de la interpretación. Begoña Vargas, Lucía Díez, Elena Gallardo, Abril Montilla, Carla Campra y Paula de la Nieta darán vida a las alumnas que afrontan con ilusión los problemas e inseguridades que surgen en torno a la academia. Juntas aportarán frescura y energía renovada a nuestra televisión. «Todos los temas que se tratan en la serie van a tener un reflejo en el espectador de lo que está pasando actualmente. Las mujeres van a reflexionar entre ellas sobre ser mujeres. En este caso, nos permite hablar de una época donde la mujer tenía una posición y compararla con la actualidad», admite Fernando López Puig, director de ficción de RTVE. El 80% del reparto de La otra mirada está compuesto por mujeres de todas las edades, lo que hace aún más atractiva esta historia y así ha querido destacarlo López Puig durante la rueda de prensa. «Es una serie con un gran componente femenino, lo que para nosotros era muy importante».
Las mujeres van a reflexionar entre ellas sobre ser mujeres.
Producida por RTVE en colaboración con Boomerang TV, La otra mirada es el proyecto de ficción en el que trabaja la cadena pública que aspira a convertirse en todo un éxito. Ambientada en una escuela de enseñanza de los años 20, la serie desarrolla su rodaje en interiores que recrean el colegio en un plató construido con gran realismo y exteriores naturales de Sevilla, Guadalajara y Toledo. La capital andaluza se convierte en un personaje principal. «Sevilla juega como esa ciudad espectacular para los exteriores y para formar a todos los personajes», manifiesta López Puig. El público se verá reflejado en cada uno de los personajes y tal como nos han contado sus actrices, una vez termine el capítulo, los espectadores se despedirán del día con una interesante reflexión de la sociedad y de la vida en general. Con La otra mirada solo tendremos ganas de cambiar y mejorar el mundo. «Son mujeres luchadoras y valientes que se dan cuentan que para perseguir sus sueños tienen que cambiar algunas cosas y eso se refleja también en las alumnas», explica Josep Cister, director de ficción de Boomerang TV. La otra mirada sirve como reflexión sobre si las cosas se están haciendo bien o no en nuestra sociedad, cuánto hemos cambiado y qué es lo que falta por conseguir.
va a ser una de las grandes sensaciones de la temporada
Dirigida por Luis Santamaría, Mar Olid, Fernando González Molina, Miguel del Arco y Pablo Guerrero, La otra mirada contará con 13 capítulos que se emitirán antes de verano en el prime time de la 1. Es una ficción de época pero tendrá algunos elementos de thriller y misterio. «Va a ser una de las grandes sensaciones de la temporada», confiesa Fernando Lopéz Puig no sin antes añadir que «es una serie para disfrutar, casi todas las secuencias son un duelo interpretativo». La mirada sincera de un grupo de mujeres que no dejan de luchar para recuperar la voz y reivindicar sus derechos.