‘Amar es para siempre’ emite un nuevo capítulo en el que Alberto se encuentra con Cristina. De nuevo, la abogada lo sigue culpando del hundimiento del despacho, pero él se defiende revelándole la verdad: Justo y su madre trabajan para él.

Luján sugiere a Jorge que busque respuestas en su madre. Él lleva años esperando el momento en que ella le revelara toda la verdad.
Ciriaco confiesa a Pelayo sus preocupaciones entorno a Jeros y lo que hay alrededor. Está claro que hay algún pez gordo detrás de todo: políticos, banqueros, ¿policías?
Alberto recibe una denuncia por parte de los vecinos damnificados, mientras Andrea es humillada cuando intentaba ayudarlos.
Rocío echa en cara a Hugo que la dejara sin más, cansada de la cobardía de Hugo, se enrolla con otro hombre.
Ricardo busca la forma de arreglar las cosas con Marcelino y lo hace legalizando su sociedad: RIMAR S.L.
Jorge cree que no es cierto que Luján sea su padre, pero para el Turbinas ello explica todo lo que el ex comisario hizo en el pasado por él. El chico empieza a tomar conciencia de lo que significa que Luján sea su padre.
Benigna se despide de Quico y MaryJo. Promete ir a verlos y se reconcilia con Visi y Lorenzo. Después, reciben una visita inesperada: el padre de Lorenzo aparece en el King’s.
La familia Gómez recibe la llamada de su hija Lola: se va a separar de su marido.
Jeros pide un importante favor a Ciriaco que tiene que ver con su hija, y le asegura que no lo venderá ante la policía.
Cristina se enfrenta a Quintero, que no puede negar que conocía la verdad sobre el trabajo de su madre.