‘Amar es para siempre’ emite un nuevo capítulo en el que, tras su última visita a Ciriaco, Manolita se siente más lejos que nunca de su hijo… al fin y al cabo él participó en el atraco… sin sospechar que está ocultándolo todo para protegerlos.

Sin embargo, Marcelino sigue pensando que la clave es encontrar a Jeros. Está claro que él lo obligó a hacerlo y el chico se niega a delatarlo.
Pero Quintero no tiene buenas noticias para la familia… al final comprenden que solo el propio Ciriaco puede librarse a sí mismo de la cárcel.
Los preparativos de la boda, y su nueva vida, hacen sentir a Andrea cada vez más culpable. Alberto se encarga de todo mientras ella sigue teniendo dudas.
Quintero cree que solo hay una solución para su problema con Cristina: alejarse para siempre. El abogado se despide del despacho dejando a Cristina destrozada.
Gracias a Cristina, Carballo comprueba que Jorge trabaja para Luján. Las piezas comienzan a encajar para ella… aunque la verdad comienza a destrozarla…
Rocío y Hugo se despiertan juntos. Ella le recuerda que la besó, pero Hugo se niega a aceptarlo.
Lorenzo sufre por la separación con Fito mientras Benigna y Visi no saben como ayudarlo.
Jorge trata de convencer a su madre para que vaya a vivir con él, pero la mujer se niega a cambiar de vida.
Jeros convence a Luján sobre el peligro que suponen los Gómez. Así, el comisario consigue la libertad para Ciriaco.
Para sorpresa de Benigna, Quico llega a la plaza de los frutos… con Mary Jo.
Andrea no puede más y acaba confesando a Manolita que Ciriaco fue a la cárcel por su culpa.