
El viernes en ‘Acacias 38’ descubrimos que Anabel y Miguel se ven a escondidas en una pensión de la ciudad en donde han llevado más allá su noviazgo.
Mientras, los abuelos del chico lamentan el declive del restaurante. Las obras que están realizando a través de la bodega comienzan a pasar factura al matrimonio, que no se siente con fuerzas para atender con la calidad suficiente a sus clientes. Miguel descubre además, que hay algo raro en el libro de cuentas del negocio.
Felipe y Liberto se reconcilian después de que el abogado le explique con detalle todo lo ocurrido y cual era su papel en el plan orquestado para cazar a Genoveva.
La mujer, desde la cárcel, pide reunirse con Ramón, ¿con qué motivo?
Antoñito vuelve a olvidarse de una cita con su mujer por entretenerse tomando un café con Natalia… el diputado teme por el enfado de Lolita.