viernes, diciembre 1, 2023
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«La pequeña Suiza»: Banderas a la carta

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Por Francisco Gil. Esta es una película oportuna en cuanto a temática, y amena en cuanto a desarrollo. Con todo el trasfondo de los problemas políticos que implican las identidades y los sentimientos independentistas de este país, se agradece una historia donde todo ello se trate con humor. “La pequeña Suiza” narra las peripecias de una pequeña población ficticia (si no me equivoco), Tellería, que aunque está incluida en el País Vasco, pertenece a Castilla y León. Los sentimientos de sus ciudadanos son contradictorios: unos quieren ser vascos, y otros quedarse como están. El problema es que no se sienten reconocidos ni por unos ni por otros, y claro, los políticos tienen sus artimañas y monedas de cambio para que todo se mantenga como está.

Aquí entran en escena dos historiadores del arte (Maggie Civantos y Jon Plazaola), que por casualidades de la vida, encuentran el sepulcro de un antiguo señor de Suiza que remueve los sentimientos del pueblo: ahora tendrán un pretexto para ser suizos. El argumento, por tanto, es prometedor. Estas cosas solo funcionan en comedia; algo tan disparatado solo puede dar lugar a enredos y malentendidos diplomáticos, que por desgracia se diluyen en fallidos encuentros y desencuentros amorosos.

Ese es, a mi juicio, el principal defecto de la película. Por mucho que parezca bien armado sobre el papel, en movimiento pierde combustible; ni siquiera Ingrid García-Johnson, bisagra entre la parte “política” y la parte “amorosa” de la película, consigue mantener ese equilibrio tan necesario entre ambos mundos de este relato. No me malinterpreten, los actores están a lo que tienen que estar, pero el ritmo, la cadencia de sucesos de la película, pierde gran interés por momentos, y contra eso poco puede hacerse a pesar del empeño que pongan los intérpretes. Hay personajes secundarios (dejando a un lado a Secun de la Rosa, Karra Elejalde e incluso Antonio Resines) que hubiesen merecido más desarrollo más allá de cuatro gracietas fuera de contexto. Los ingredientes están, pero le falta, en mi opinión, una viscómica más natural en el elenco que fundamenten los hechos.

Echo en falta una frescura coral que impregne la película de ese encanto que promete y a la que la idea central se prestaba. Pero dicho encanto, casi indescriptible y por supuesto encadenado a la subjetividad de cada cual, pocas veces se consigue. Como en el fútbol, no siempre de los mejores jugadores salen las mejores jugadas. Y no es por falta de ganas, insisto, No salen, y punto.

La comedia es un género difícil, y si dentro de ella se juega con el absurdo, la tarea coge curvas todavía más angostas y los derrapes son más peligrosos. De ahí que situaciones forzadas entre los personajes no den el jugo esperado.

Dirá el lector que menudo sibarita es quien escribe estas palabras, pero no es el caso. Desde luego, no cabe esperar que una comedia (sea cual sea) ofrezca soluciones a conflictos independentistas ni planteamientos trascendentales de la organización de la sociedad, pero sí al menos formas de reflexionar sobre todo ello desde cierta distancia, mediante la exageración, la sana autocrítica, y el arte de no tomarnos tan en serio a nosotros mismos. Esta manera de contemplar la comedia podrá ser superficial, pero se trata de una superficialidad con una serie de texturas. Y con todo, debo reconocer que algunas de esas texturas sí son identificables en la película.  Ese es el mérito que hay que atribuirle y agradecerle.

Ante el riesgo de herir las frágiles sensibilidades con las que convivimos, hacer esta película es un acto de valentía y corazón. Con sus defectos, “La pequeña Suiza” nos recuerda que tomarnos los problemas con humor es sano y purificador; el humor puede apartar nuestra mirada de los colores de una tela y redirigirnos a la sonrisa del otro. Ahí surgirá el verdadero reconocimiento, ya sea en España o en “La pequeña Suiza”.

La pequeña Suiza

Director: Kepa Sojo

Fotografía: Kenneth Oribe

Reparto: Maggie Civantos, Jon Plazaola, Ingrid García Jonsson, Secun De La Rosa, Enrique Villén

Producción: Nadie es perfecto, Stopline Films, Kuttuna Filmak, Televisión Española.