Prudencio procura borrar cualquier vestigio que puede atarlo a la muerte de su hermano, lanza el cadáver al río y esconde la pistola en un lugar inaccesible. Luego, se pega un fuerte golpe en la cabeza y solo le da tiempo para pedir un débil auxilio.
Los guardias llegan a la altura de Prudencio y éste finge ser una víctima más culpando al compañero de Saúl en la fuga de la muerte de éste y de su golpe en la cabeza que le ha dejado inconsciente.
Prudencio viene, todavía malherido, a dar la noticia a Julieta que la recibe con extremo dolor. Prudencio llega a la Casona algo más recuperado pero decidido a no detenerse y salir a por Saúl. En el pueblo, la noticia de la fuga hace sentir tristeza a todo el mundo por Saúl, pondrán una comitiva de búsqueda para localizarle, de momento, sin éxito.
Antolina no despierta con Isaac a su lado, él no está dispuesto a continuar la historia entre ambos. Isaac habla con los curas de su situación financiera y ellos deciden hacerle un primer encargo. Cuando el chico se entera de que una batida busca a Saúl, se preocupa. Antolina intenta tranquilizar a Isaac, puesto que teme que la búsqueda dé frutos indeseados. Y así es: Paco el del Molino encuentra el cuerpo de Jesús.
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