Avance del capítulo 2254 (lunes, 27 de enero): Isabel abre su corazón a Francisca
El alcalde concreta su petición a Marta, debe llevar la nota al teniente Grijalbo y esperar su respuesta, irá paseando con suma discreción y cautela. Marta acepta, pero Mauricio debe cubrirle delante de su padre. Adolfo no consigue que su amigo se sincere, sabe que algo esconde, pero Montalvo desvía la charla.
La marquesa comenta con Tomas la actitud de Alicia, no le gusta, ni a ella ni a Francisca, pero su hijo alaba su eficacia y no piensa despedirla. Su madre se sorprende de su determinación y de la defensa que Tomas hace de su empleada. Doña Isabel esta melancólica y comparte con Francisca cierta intimidad, preguntándose en voz alta si ha sido feliz y su huésped le asegura que ella sí, sobre todo cuando enviudó y más tarde con Raimundo, el amor de su vida.
Urrutia está agotado y se asombra de que a Pablo no se le note su enorme dedicación, pero el joven le da las gracias por sus consejos, trabajar le impide pensar. Pablo le comenta que cree que su padre le esquiva. Carolina sorprende a Manuela trajinando y le fuerza a sentarse y desayunar, pero termina confesándole que le preocupa la actitud de Pablo. D. Ignacio se interesa por la salud de Manuela, pero el ama de llaves le sugiere atender las cuitas de sus hijas, pero sobre todo de Pablo que está desubicado.
Matías insiste en indagar lo que Alicia oculta y ella se sincera, cree que decidió salvar un matrimonio ya marchito, pero su mujer, en su ausencia, no ha sido ni tan buena ni tan santa y quizá la soledad le pesó demasiado. Matías no da crédito a sus insinuaciones y Alicia le sugiere que pregunte a Marcela, pero cuando lo intenta, la posadera evita hablar de sus años en soledad.
Campuzano informa a Doña Eulalia que sigue adelante con los planes trazados para su venganza con Francisca, pero sus contactos han localizado a Raimundo Ulloa y espera sus instrucciones.