
Avance del capítulo 2490 (lunes, 7 de noviembre): Contar la verdad o declararse culpable
La vida de nuestros protagonistas dará un giro radical en la próxima semana. ‘Amar es para siempre’ emite a partir del lunes nuevos capítulos en los que Ciriaco saldrá de la cárcel… sin embargo, su vuelta al barrio puede ser aún más complicada que estar encerrado. Mientras, Cristina se reencuentra con Rubén, a quien oculta lo ocurrido.
Cristina regresa de Londres y todos a su alrededor se vuelcan con ella, especialmente Sancho, quien parece sentirse culpable. Quintero y Manolita temen que Cristina se esté haciendo la fuerte y termine derrumbándose.
Llega el día del juicio a Ciriaco y Quintero prepara con Marcelino la declaración, sin conocer los verdaderos motivos por los que Manolita no quiere declarar. Mientras, Andrea se siente muy culpable y de nuevo, planea contar toda la verdad, pero Nieves se lo impide.

Pelayo y Paz pasean buscando evadirse de sus problemas, pero la realidad es que se han convertido en un apoyo importante el uno para el otro.
Mientras, en la farmacia, Rocío descubre que Hugo está robando opiáceos y se niega a dejar que siga haciéndolo… El ex futbolista se muestra violento con la chica y se marcha muy afectado.
Ricardo cree que Samuel tiene un lio con una clienta y hace un comentario jocoso con Nieves. La mujer se muestra celosa con su empleado y amante.
La obsesión derivada del caso de su padre consume poco a poco a Carballo. Lo ocurrido con el perista provoca una fuerte discusión con Luján, que quiere retirarle el arma… Pero María se niega, llegará hasta el final cueste lo que cueste.
Rocío duda sobre si contarle a doña Paz que Hugo ha recaído cuando el chico le pide perdón por lo ocurrido y le promete que no volverá a tomar drogas y alcohol.
Lorenzo encuentra la manera de sacar del armario al King´s mientras Visi y Benigna se centran en sacar adelante el local.
Se celebra la primera sesión del juicio por la muerte de Ana Mari y Manolita continúa teniendo dudas… una situación que admite que le está pasando factura en su relación con Marcelino.
Justo pone las cartas sobre la mesa con Ciriaco, si no quiere terminar en la cárcel, Ciriaco tendrá que tomar una difícil decisión: contar la verdad o declararse culpable. En el último caso, su condena podría reducirse a 10 años, pero el chico no está dispuesto a ello.