Avance del capítulo 2755 (lunes, 20 de noviembre): La frágil salud de Malena preocupa a los Gómez
‘Amar es para siempre’ inicia una nueva semana centrada en la historia que une a los Gómez y a los Quevedo. Y es que la familia de Román consigue su objetivo, provocando finalmente que Lola decida marcharse a Barcelona. Cuando eso ocurre, ellos se tendrán que enfrentar a una de las situaciones más difíciles de su vida… del 13 al 17 de noviembre en ‘Amar es para siempre’.
Elena está cada vez más preocupada por Malena. La pequeña continúa teniendo fiebres altas sin motivo aparente desde que salió del hospital, pese a que los médicos aseguran que todo está bien.
Lo que no está bien para Román son las formas que utiliza su familia. El chico va descubriendo poco a poco como se las gastan los Quevedo y, tras pasar la noche fuera de casa, increpa duramente a sus padres por las formas en que han intentado apartar a Lola de Malena.
No comprende que hayan enviado a un tiburón como Julio Crespo a lanzar terribles amenazas contra ella y su familia. Malena escucha en el momento en que Román les revela que, a causa de ello, Lola ha decidido marcharse a Barcelona.
Benigna y Peñalara no se dan tregua, esta vez, a causa de la beatificación de doña Amalia, algo en lo que la socia de Manolita está empeñada en llevar a cabo pese a la incredulidad de su competencia.
Crespo busca nuevos inversores de forma desesperada ante la difícil situación por la que atraviesa el banco.
Chimo se acerca de nuevo a Alicia, pero esta vez es ella quien le da largas consciente de que sigue pensando en Claudia. Además, le revela que está inmersa en la creación de una nueva empresa al margen del trabajo para su padre.
Isidro pone al tanto a Rafa y a Sofía de lo ocurrido en el club. No ha conseguido nada, pero ha notado raro al gerente. En un encuentro casual, Rafa descubre que le han mentido y que Alicia es hija de Julio Crespo.
Los Gómez acusan la creciente fama de Marcelino. El Asturiano se llena de personas interesadas en fotografiarse con él y Pelayo se resiente, pensando en salir huyendo en busca de Marisa… sin embargo, es su propio hijo quien trata de quitarle la idea de la cabeza después de hablar con su hija.
Victoria presenta los bocetos de la nueva colección para Confecciones Quevedo a Román y a Federico, pero ambos coinciden en que le falta algo y además, es bastante escasa en modelos.
Federico no se explica como ha conseguido tan poco con todo el tiempo que supuestamente le ha dedicado, pero se alegra de que por fin haya dejado de lado su interés por lo moderno y transgresor, apostando por lo clásico. Román cree que hay algo más.
Crespo pone al tanto a Alicia de la difícil situación por la que pasan. Están a punto de intervenir el banco y deben sacar dinero del país para no perder liquidez en el peor de los casos. Alicia increpa a su padre por poner en peligro su patrimonio con movimientos arriesgados. La abogada viaja a Ginebra para desviar fondos a cuentas privadas.
Quintero acusa las secuelas del disparo y le invade el miedo a salir de casa. Mientras, Benigna y Sebas continúan con la apuesta, seguros de que él y Silvia acabarán juntos.
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Gala reflexiona sobre las relaciones a distancia en una charla con Pelayo sobre Marisa…
Román descubre a través de Claudia un boceto de un diseño para la nueva colección que Victoria no ha incluido en la carpeta que les ha presentado… y que obviamente no encaja con la línea que han visto.
Además, Elena se presenta en la empresa con la intención de limar asperezas con su hijo, pero él no piensa consentir que se comporten como matones con Lola y está decidido a mantener una relación estrictamente profesional a menos que cambien su actitud con la chica.
Victoria recibe una llamada de Londres que la deja muy tocada, pero no está dispuesta a compartirlo con nadie… ni con Román ni con Alicia.
Pelayo “invita” a su hijo a dejar El Asturiano ante su nueva posición, seguro de que no podrá compaginar el programa con la gestión del bar recordándole sus anteriores aventuras profesionales. Padre e hijo mantienen una profunda conversación con algunos reproches.
Lola se preocupa por Malena cuando la chica aparece en la plaza con la intención de convencerla para que no se marche a Barcelona. La pequeña se desploma ante Lola y Manolita, que la atienden preocupadas.