Bautizada como ‘la Bikina’ por los fans de Operación Triunfo, la explosiva Ana Guerra o Ana War en todos los casos, se ha convertido en un ejemplo de lucha y todo un icono del programa musical. A pesar de que sus inicios fueron flojos y que lo ha tenido más difícil al tener un nivel vocal más inferior al resto de sus compañeros, la canaria se ha superado a sí misma y le hemos visto crecer de una manera asombrosa. Su progreso ha ido en aumento y a base de esfuerzo, pasión y trabajo se ha ganado un merecido puesto en la final que se celebra esta noche. En este especial repasamos su trayectoria y sus puntos fuertes a tan solo unas horas de que la Academia cierre sus puertas.
Tinerfeña de nacimiento, esta joven de 23 años tiene estudios de canto y formación de actriz. Siempre ha manifestado pasión por la música latina como ha demostrado en la mayoría de las actuaciones en las que hemos descubierto a la mejor cantante de boleros, rancheras y tumbaos de la edición. Algunos de sus referentes musicales son Luis Miguel, Juan Luis Guerra y Michael Bublé. Durante 8 años ha estudiado flauta travesera en el Conservatorio. Ha trabajado como camarera, asesora de perfumería y actriz de musicales. Este último oficio parece ser una buena opción para encaminar su futuro profesional, tal como le han manifestado los profesores de la Academia. Ha actuado en locales de su zona, San Cristóbal de la Laguna, donde interpretaba temas propios y versionaba canciones como Gracias a la vida de la chilena Violeta Parra, como puede verse en su canal de Youtube. En 2012 formó parte del grupo de rock de su localidad natal, Fran Baraja y La Banda Reparte. Ana vive con la filosofía de que querer es poder. Ya lo dijo en su vídeo de presentación y lo hemos visto a lo largo de su paso por el talent. Sociable, alegre y buena compañera. Así podríamos definir a esta joven que siempre ha estado al lado de sus compañeros cuando más lo necesitaban. Ha sido el hombro en el que llorar pero también ha inundado de vitalidad y diversión cada rincón de la casa. Roi, Ricky y Cepeda se han convertido en sus amigos y confidentes, cómplices de bromas y testigos de sus golpes. Con ellos siempre ha tenido una conexión muy especial. Por eso lo ha pasado mal cuando este trío de amiguetes ha tenido que abandonar la Academia. Entonces parecía que esa fábrica de sueños se iba apagando poco a poco como esa bombilla que se funde hasta provocar la más absoluta oscuridad. Pero Ana War es guerrera desde siempre y no podía permitirse hundirse porque miles de espectadores han apostado por ella y de alguna forma se veía en deuda con ellos. Ana nunca ha dejado de luchar como buena guerra que es.
Ana comenzó con mal pie en su primera aparición televisiva en el plató de Operación Triunfo. Y es que fue nominada durante la primera gala del programa al interpretar junto a Mimi Don’t You Worry About a Thing de Tori Kelly que les llevó a sentarse en el sofá de los nominados y poner en duda su permanencia en la Academia. Sin embargo, el público decidió salvarla. Unas veces era el público, otras veces eran los profesores los que confiaban en el talento de la joven y la mayoría de las veces eran sus compañeros. Y no ha sido la única vez que ha salido a la palestra. Sin duda, ha sido la eterna nominada durante todo el concurso. Siempre ha tenido que vivir con esa presión. Al final solo le quedaba salir adelante, mejorar y darlo todo en cada actuación. La Bikina fue toda una revelación. Su interpretación estrella. Fue el tema con el que Ana Guerra se ganó el cariño del público. La joven se dio cuenta de todo el revuelo que había causado cuando salió a su primera firma de discos en Valencia ¿Qué le pasa a la gente con La Bikina?, decía sorprendida. Y lo que les pasaba es que disfrutaron tanto de aquella actuación, del talento que esta canaria de corazón demostró encima del escenario que después de eso cayeron rendidos a sus pies. No era para menos. La magia de OT 2017 consiguió revivir una mítica canción que se ha escuchado en voces de grandes de la música como Luis Miguel, Celia Cruz y Julio Iglesias. Operación Triunfo se ha convertido en toda una revolución de voces, sueños, valores humanos imprescindibles y personas inolvidables que han hecho de esta aventura musical toda una experiencia vital.
Desde grandes clásicos como Por debajo de la mesa y Lágrimas Negras hasta temas más actuales como Havana y Sax que le terminaron de consagrar como posible finalista del concurso. Sus propuestas para Eurovisión estaban cargadas del alma latina que le hacen única. Con El Remedio y Lo Malo convirtió el plató en una fiesta a la que todos querían unirse. Se ha superado a sí misma, ha cantado, ha bailado y ha interpretado. Además, ha tenido que hacer frente a las críticas del jurado. La gala 11 se presentó como una de las más difíciles para la canaria que se enfrentó de nuevo a los comentarios en este caso de Julia Gómez Cora. «Ana, es verdad que has hecho una gran evolución y es verdad que has trabajado muchísimo. Hemos visto un gran cambio, pero para mí, vocalmente, estás muy lejos de los demás». La extrema sinceridad de la directora de Stage Entertainment provocó un aluvión de criticas hacia ella por parte de los warriers que defendían el talento de la joven. Fue una semana complicada para Ana Guerra que se mostró muy afectada por el comentario en una noche en la que dijo adiós a Roi, apoyo incondicional dentro de la Academia. Quizás ha sido una de las concursantes más infravaloradas. Sin embargo, su personalidad y fuerza escénica le han convertido en una pieza fundamental. Es la reina del bolero, diosa latina por excelencia que se ha adueñado de la Bikina como su sello personal. Guerrera, explosiva y bikina de nuestros corazones.